Los Doce pasos de la Oración
ORACION EN EL SANTISIMO
El silencio es lo más importante para orar. Las almas de oración son almas de profundo silencio. Y lo necesitamos para poder ponernos verdaderamente en presencia de Dios y escuchar lo que nos quiere decir.
Este silencio debe ser tanto exterior como interior, dejando de lado nuestras preocupaciones. Debemos acostumbrarnos al silencio del corazón, de los ojos y de la lengua.
El silencio de la lengua nos ayuda a hablarle a Dios. El de los ojos, a ver a Dios. Y el silencio del corazón, como el de la Virgen, a conservar todo en nuestro corazón.
Dios es amigo del silencio, que nos da una visión nueva de las cosas.
No es esencial lo que nosotros decimos, sino lo que Dios nos dice a través de nosotros.
Madre Teresa de Calcuta
LA ORACION EN LA COMUNIDADES DE AMOR
La oración ensancha el corazón, hasta hacerlo capaz de contener el don de Dios. Sin El, no podemos nada…
Orar a Cristo es amarlo y amarlo significa cumplir sus palabras… La oración significa para mí la posibilidad de unirme a Cristo las 24 horas del día para vivir con El, en El y para El. Si oramos, creeremos. Si creemos, amaremos. Si amamos, serviremos.
Es imposible comprometerse en un apostolado directo, si no es des una autentica oración. Debemos tratar de ser uno con Cristo, como El tenia conciencia de ser uno con el Padre. Nuestra actividad no será verdaderamente apostólica si no le permitimos obrar en nosotros, a través de nosotros, gracias a su `poder, a sus planes y a su amor.
LOS DOCE PASOS DE LA ORACION:
1. ALABANZA
Grande es Yahvé, muy digno de alabanza, su grandeza carece de límites.
Sal 145, 3. Dios es grande y digno de alabanza, no tiene medida su grandeza.
2. CANTO AL SEÑOR
Vengan, cantemos gozosos a Yahvé, aclamemos a la Roca que nos salva;
Sal 95, 1. Venid, cantemos jubilosos al Señor, aclamemos a la roca que nos salva.
3. BATALLA ESPIRITUAL
Revístanse de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del diablo.
Ef 6, 11. Revestíos de la armadura de Dios para que podais resistir las tentaciones del Diablo.
4. ENTREGA
Mira que estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa y cenaré con él y él conmigo.
Ap 3, 20. Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y me abre la puerta, entraré en su casa, cenaré con él y él conmigo.
5. INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
...ustedes recibirán una fuerza, cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes, y de este modo serán mis testigos...
He 1, 8. pero recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, para que seais mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los confines de la tierra.
6. ARREPENTIMIENTO
Dios quiere el sacrificio de un espíritu contrito, un corazón contrito y humillado. Oh Dios, no lo desprecias.
Sal 51, 19. El sacrificio que Dios quiere es un espíritu contrito; un corazón contrito y humillado tu, Oh Dios, no lo desprecias.
7. PERDÓN
“Y cuando se pongan de pie para orar, perdonen, si tienen algo contra alguno, para que también su Padre, que está en los cielos, les perdone sus ofensas.”
Mc 11, 25. Cuando os pongáis a orar, si teneis algo contra alguien, perdonadselo, para que también vuestro Padre celestial, os perdone vuestros pecados.
8. REFLEXIÓN DE LAS ESCRITURAS
Tu palabra es antorcha para mis pasos, luz para mi sendero.
Sal 119, 105. Tu palabra es una luz para mis pies y una antorcha para mi camino.
9. ESPERA QUE EL SEÑOR TE HABLE
Habla, que tu siervo escucha!
1 Sam 3, 10. El señor se presento y lo llamó como otras veces «Samuel, Samuel!» Respondió Samuel: «¡Habla, que tu siervo escucha.»
10. INTERCESIONES
Ante todo recomiendo que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos los hombres...
1 Tim 2, 1. Te ruego, ante todo se hagan peticiones, oraciones, súplicas, acciones de gracias por todos los hombres.
11. PETICIONES
Y si sabemos que nos escucha cuando le pedimos, sabemos que tenemos conseguido lo que hayamos pedido.
1 Jn 5, 15. Y si sabemos que nos escucha en lo que le pedimos, sabemos tambien que poseemos ya lo que hemos pedido.
12. ACCIÓN DE GRACIAS
Y sean agradecidos.
Col 3, 15. Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en la que fuistéis llamados para formar un solo Cuerpo. Y sed agradecidos.
TIEMPO DE ORACION
Deberíamos rezar por lo menos media hora por la mañana y una hora por la noche. No es necesario estar exclusivamente en la oración, podemos rezar mientras trabajamos. El trabajo no detiene la oración, y la oración no molesta al trabajo.
Con solo elevar la mente a Dios, es una breve plegaria, estamos realizando una hermosa oración, poniendo nuestro día en sus manos, para que El lo use como mejor le parezca.
ORACION Y ACCION
Acción y oración se complementan.
Si la acción quiere ser productiva, deberá primero estar enriquecida por la oración profunda, y esta, a su vez, se vera luego enriquecida por los frutos de la acción.
Por eso, al rezar, pidamos la fuerza para poder dar hasta el sufrimiento.
Y ¿Cómo vamos a poder realizarlo?
Por AMOR, mediante actos.
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