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MINISTERIO DE ORACION, INTERCESION Y LITURGIA ZONA 02

Por la Vida

Por la Vida

ROSARIO PRO VIDA

Oración inicial (Mañana)

Bendito seas Señor por este nuevo día. Te alabo por el don de la vida. Al despertar de mi sueño, te pido especialmente por aquellos que hoy, por desgracia, serán privados de la vida por el aborto inducido. Acógeles, Señor, en tu gran misericordia. Que tu sabiduría guié a todas las mujeres embarazadas que están considerando en este día poner fin a la vida que llevan en su seno. Dales la gracia, el valor y la fortaleza necesarios para vivir diariamente según tu Santa Voluntad. Te lo pedimos por Cristo Nuestro Señor. Amen.

Los Misterios Gozosos

1. La Anunciación

“Y concibió por obra del Espíritu Santo”

Roguemos al Espíritu Santo que le enseñe a todas las personas que, desde el momento de la concepción existe en el seno materno un ser humano con vida.

2. La Visitación

“Maria fue deprisa a la montaña a visitar a su prima Isabel”

Roguemos que, a imitación de Maria, seamos diligentes en acoger a las mujeres que están embarazadas.

3. Jesús nace de Maria.

“Maria llena de alegría, abraza a su Hijo el Salvador”

Roguemos que todas las madres tengan la dicha de ver nacer a sus hijos y abrazarles.

4. Maria y José, presentan a Jesús en el Templo.

Roguemos que todos los padres tengan la dicha de ver a sus hijos nacer a una nueva vida, y ofrecerlos a Dios por medio del bautismo.

5. Maria y José, después de tres días encuentran a Jesús en el Templo.

Roguemos que los matrimonios sin hijos puedan tener la felicidad de encontrar y adoptar al hijo anhelado.

Los Misterios Dolorosos

1. Jesús ora en agonía ante la inminencia de su Pasión.

Roguemos que las mujeres que se angustian a causa de su embarazo tengan valor para aceptar la situación.

2. Jesús es azotado.

Roguemos por todas las mujeres que sufren debido al trauma del aborto.

3. Jesús es coronado de espinas.

Ofrecemos este Misterio en reparación por la matanza de tantos bebes no nacidos y por el daño ocasionado a sus madres.

4. Jesús lleva su Cruz.

Ofrecemos este Misterio por los matrimonios que han tenido hijos que han muerto a edad temprana o antes de nacer.

5. Jesús en la Cruz exclama: “Padre, Perdónales

Roguemos al Padre que perdone a cuantos promueven el aborto y participan en él.

Los Misterios Gloriosos

1. Jesús resucita a una Vida Nueva.

Roguemos que todos los que están vinculados a la profesión medica tengan siempre su debe de preservar y proteger la vida humana.

2. Jesús asciende al cielo y sentado a la derecha del Padre, ruega por nosotros.

Roguemos para que los que son perseguidos por creer que la vida humana es sagrada sean fortalecidos al contemplar a Cristo orando por ellos.

3. El Espíritu Santo ilumina el entendimiento y fortalece la fe de los apóstoles.

Roguemos al Espíritu Santo que ilumine e infunda valor a los que luchan por preservar la inviolabilidad de la vida humana.

4. Maria, tras haber cumplido su misión en medio de grandes sufrimientos, es llevada al Cielo.

Roguemos para que todos los padres de familia acepten su misión y sean fieles en el cumplimiento de sus deberes de padres y esposos.

5. Maria es coronada y después de haber compartido los sufrimientos de Cristo, comparte su gloria en el Cielo.

Roguemos porque todos tengamos el valor de sufrir en unión con Cristo, para después vivir y reinar con El.

Oración Final

JESÚS, MARIA y JOSE, yo os amo mucho.

Os ruego que salvéis la vida del niño(a) por nacer que he adoptado espiritualmente y que se encuentra en peligro de morir por el aborto.

De Sanación

De Sanación

ROSARIO DE SANACION

Hermanos vamos a ofrecer este Santo Rosario para que la Virgen interceda por nuestra Sanación Interior: Porque cuando nosotros estamos sanos podemos ayudar a los demás. Nadie puede dar paz si no tiene paz, nadie puede hacer feliz a otros, si no es feliz consigo mismo.

Misterios de Gozo

Dios mío, ven en mi auxilio.

Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre….

Primer Misterio de Gozo

El Misterio de la Encarnación

Petición:

Que Dios nos sane interiormente y que a través de la Virgen sane a nuestros antepasados.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Segundo Misterio de Gozo

La Visitación

Petición:

Que Dios sane esa etapa de nuestra vida en el seno Materno. 

  • 01Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

 Tercer Misterio de Gozo

El Nacimiento del Hijo de Dios

Petición:

Que Dios sane interiormente los años de nuestra infancia, de nuestra niñez, especialmente de los primeros diez años de nuestra vida. Que cada Ave Maria sea la sanación de un año.

  • 01Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Cuatro Misterio de Gozo

La Presentación del Niño en el Templo

Petición:

Que Dios sane nuestra adolescencia y nuestra juventud. 

  • 01Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Quinto Misterio de Gozo

El Niño perdido y hallado en el Templo

Petición:

Que Dios sane a todos los que ahora estamos sufriendo interiormente. Sobre todo los problemas que tenemos actualmente.

  • 01Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Misterios de Dolor

Dios mío, ven en mi auxilio.

Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre….

Primer Misterio de Dolor

Jesús ora en Getsemani.

Petición:

Jesús, que especialmente seamos sanados espiritualmente de todo aquellos que es pecado.

  • 01Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Segundo Misterio de Dolor

Jesús es azotado.

Petición:

Señor, sana las ataduras que pueda tener el cuerpo místico, por las heridas que pueda haber hoy en la Iglesia, en nuestras vidas, en la Comunidad.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Tercer Misterio de Dolor

La Coronación de espinas

Petición:

Señor te pedimos que nosotros seamos sanados de todo complejo de superioridad o inferioridad.

Por las personas que sufren las tentaciones, especialmente cuando rezan el Santo Rosario. Y por las personas que sufren tentaciones para no rezar el Rosario, por distraerse cuando lo hacen.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Cuarto Misterio de Dolor

Jesús camino al Calvario con la Cruz a Cuestas.

Petición:

Por todos lo que tienen una cruz muy pesada, para que hoy la sientan liviana.

Por los que sufren las tentaciones, especialmente cuando rezan el Santo Rosario y por aquellas que tienen tentaciones para no rezarlo.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Quinto Misterio de Dolor

Crucifixión y Muerte del Señor Jesús.

Petición:

Por la transformación total de nuestra vida. Hoy Señor te abrimos las puertas de nuestro corazón para que el Agua y la Sangre que brotaron de tu costado las inunde, para ser un solo corazón con el de Jesús y Maria.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Misterios de Gloria

Dios mío, ven en mi auxilio.

Señor, date prisa en socorrerme.

Gloria al Padre….

Primer Misterio de Gloria

La Resurrección Triunfante de Jesús

Petición:

Por la sanación espiritual interior y la sanación física de cuantos aquí estamos reunidos en torno a Ti y tu Santísima Madre.

Señor aumenta nuestra poca fe.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Segundo Misterio de Gloria

La Ascensión de Jesús al Cielo.

Petición:

Por los que tenemos algún vicio, alguna situación permanente de pecado que nos ata, sea grande o pequeña, seamos sanados y liberados.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Tercer Misterio de Gloria:

La venida del Espíritu Santo.

Petición:

Para que nuestra vida sea transformada, para que nuestro corazón ame la verdad, la virtud, la belleza, el bien, la vida que es el Padre.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Cuatro Misterio de Gloria:

La Asunción Gloriosa de Maria al Cielo.

Petición:

Por nuestra familia, para que cambies el agua en vino.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Quinto Misterio de Gloria:

La Coronación de Maria como Reina y Señora de todo lo creado.

Petición:

Por las personas más necesitadas. Tú sabes quienes son, sin embargo queremos pedirte milagros, cosas grandes por esas situaciones que aparecen o son imposibles para nosotros los hombres.

  • 01 Padre Nuestro
  • 10 Ave Marias
  • Gloria al Padre.

Ofrecimiento:

Te ofrecemos Madre Nuestra: ___________________________________________

Para que se cumpla la voluntad sanadora y liberadora de Cristo y del Padre Santo en nuestras vidas, en nuestra Comunidad, en nuestro País y en el mundo entero. Amen.

Del Perdón

Del Perdón

ROSARIO DEL PERDÓN

 MODO DE REZARLO

  • En las cuentas grandes:  después  del  Padre Nuestro se dice: “ YO AMO Y PERDONO, YO PERDONO Y AMO”
  • Al final de cada  decena: después del Gloria, se repite:  “SEÑOR JESÚS, AYÚDAME A PERDONARME A MI MISMO POR LAS FALTAS COMETIDAS, BENDÍCEME Y BENDICE A TODAS LAS PERSONAS QUE ME HAN OFENDIDO Y AQUELLOS  QUE SON MIS ENEMIGOS. AYÚDAMAE A PERDONARLOS, AMARLOS  Y  ACEPTARLOS COMO SON”.

Cantar El Magnificat.

“Mi alma glorifica al Señor mi Dios,

Gozase mi espíritu, en mi Salvador

El, es mi alegría, es mi plenitud,

El lo es todo para mí”.

Al finalizar los cinco misterio, se reza la Salve. 

PRIMER MISTERIO

Jesús  sufre en el Jardín de los Olivos. Jesús oró y sudo sangre. Jesús porque sufriste en carne propia  mi  ingratitud, ten piedad de mí. Perdóname por mi egoísmo, por mi orgullo, por mi vanidad, por el odio o la rabia que a veces siento contra los demás y contra mí mismo.

Padre  Nuestro

“Yo  amo y perdono, Yo perdono y amo”

10 Ave María

El Gloria

“Señor Jesús, ayúdame a perdonarme a mí mismo por las faltas cometidas, bendíceme y bendice a todas las personas que me han ofendido y aquellos  que son mis enemigos. Ayúdame a perdonarlos, amarlos  y  aceptarlos como son”.

El Magnificat.

SEGUNDO MISTERIO

Jesús fue azotado en la casa de Pilatos.

Jesús, por hacerte sufrir con mi comportamiento, ten piedad de mí.

Perdóname,  porque muchas veces me dejo llevar por los celos, la envidia, la autosuficiencia, la hipocresía, por los pecados de la lengua, la pereza y la mentira.

Padre  Nuestro

“Yo  amo y perdono, Yo perdono y amo”

10 Ave María

Gloria

“Señor Jesús, ayúdame a perdonarme a mí mismo por las faltas cometidas, bendíceme y bendice a todas las personas que me han ofendido y aquellos  que son mis enemigos. Ayúdame a perdonarlos, amarlos  y  aceptarlos como son”.

El Magnificat.

TERCER MISTERIO

Jesús es coronado de espinas.

Jesús,  por mis  malos  pensamientos,  ten piedad de mí.

Perdóname por las malas palabras que digo, por los juicios y condenas que hago, por las impurezas  e  infidelidades.

Padre  Nuestro

“Yo  amo y perdono, Yo perdono y amo”

10 Ave María

El Gloria

“Señor Jesús, ayúdame a perdonarme a mí mismo por las faltas cometidas, bendíceme y bendice a todas las personas que me han ofendido y aquellos  que son mis enemigos. Ayúdame a perdonarlos, amarlos  y  aceptarlos como son”.

El Magnificat.

CUARTO MISTERIO

Jesús carga la cruz.

Jesús, por no aceptar mi cruz, por renegar de ella, Ten piedad de mí.

Perdóname, por considera injusta mi cruz, por creer que no la merezco, por la falta de aceptación a mi esposo o esposa, a mis hijos, a mis hermanos, por reclamar y murmurar, por considerarme mejor que los demás.

Padre  Nuestro

“Yo  amo y perdono, Yo perdono y amo”

10 Ave María

El Gloria

“Señor Jesús, ayúdame a perdonarme a mí mismo por las faltas cometidas, bendíceme y bendice a todas las personas que me han ofendido y aquellos  que son mis enemigos. Ayúdame a perdonarlos, amarlos  y  aceptarlos como son”.

El Magnificat.

QUINTO MISTERIO

Jesús es crucificado.

Jesús, Por la falta de confianza en Ti,  ten piedad de mí.

Perdóname, por mis miedos, por la falta de compromiso a tu seguimiento, por mis vacilaciones y dudas, por no darte el primer lugar en mi vida,  por no amarte como Tú lo mereces.

Padre  Nuestro

“Yo  amo y perdono, Yo perdono y amo”

10 Ave María

El Gloria 

“Señor Jesús, ayúdame a perdonarme a mí mismo por las faltas cometidas, bendíceme y bendice a todas las personas que me han ofendido y aquellos  que son mis enemigos. Ayúdame a perdonarlos, amarlos  y  aceptarlos como son”.

El Magnificat.

Al final del  Rosario, se reza la Salve.

A las Lagrimas y Sangre

A las Lagrimas y Sangre

ROSARIO DE LAS LAGRIMAS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

Oración Inicial

Jesús crucificado, postrados a tus pies, te ofrecemos las “Lagrimas y Sangre” de aquélla que te acompaño con tierno amor y compasión en tu vía-crucis. Concédenos la gracia, ¡Oh buen Maestro!, de tomar a pecho las enseñanzas contenidas en las “Lagrimas y Sangre” de tu Santísima Madre, para cumplir tu voluntad de tal manera que un día seamos dignos de alabarte y glorificarte por toda la eternidad. Amen.

Al comenzar uno de los 7 Misterios, se reza como sigue:

En lugar del Padre Nuestro, se dice:

V: Oh Jesús mío, mira las “Lagrimas y Sangre” de aquélla que te tiene el amor más grande en la tierra.

R: Y te ama con el amor más fervoroso del cielo.

En lugar del Ave Maria, se dice 7 Veces:

V: Oh Jesús escucha nuestros ruegos.

R: Por las “Lagrimas y Sangre” de tu Santísima Madre.

No hay gloria.

Al finalizar el Rosario se repite 3 veces la oración del “Padre Nuestro”

V: Oh Jesús mío, mira las “Lagrimas y Sangre” de aquélla que te tiene el amor más grande en la tierra.

R: Y te ama con el amor más fervoroso del cielo.

MISTERIOS DEL ROSARIO DE LAS LAGRIMAS

Las Siete Alegría de Maria se rezan los días: lunes, miércoles, jueves, sábados y domingos.

  1. La preferencia que la Santísima Trinidad concede sobre todas las criaturas.
  2. La virginidad que la elevo por encima de los Ángeles y los Santos.
  3. El esplendor con el cual brilla en los cielos su gloria.
  4. El culto que todos los elegidos le rinden como Madre de Dios.
  5. La prontitud con la cual su Divino Hijo atiende a todos sus pedidos.
  6. Las gracias que sus servidores reciben de Jesús en este mundo y la gloria que le tiene preparada en el cielo.
  7. Poseer todas las virtudes con la mayor perfección.

 Los Siete Dolores de Maria se rezan los días: martes y viernes.

  1. Cuando al presentar a su Hijo frente al templo, oyó una profecía del viejo Simeón: “Una espada de dolor atravesar tu alma”.
  2. Cuando se vio obligada a huir de Egipto, escapando de la persecución de Herodes que quería matar a su Hijo amado.
  3. Cuando busco por tres días a su Hijo que se había quedado en el Templo de Jerusalén, luego de la visita en tiempo de Pascua.
  4. Cuando encontró a su Divino Hijo cargando en hombros la pesada cruz rumbo al Calvario para ser crucificado en ella por nuestra salvación.
  5. Cuando vio a su Amado Hijo ensangrentado y agonizante durante tres horas y luego exhalar su ultimo suspiro.
  6. Cuando su Amado Hijo, traspasado el pecho por la lanza es bajado de la cruz y depositado en sus brazos.
  7. Cuando contemplo el Cuerpo de su Divino Hijo acostado en el sepulcro.

Oración Final

Oh Maria, Madre del Amor, de los Dolores y de Misericordia, te suplicamos reúne tus ruegos con los nuestros para que Jesús, a quien nos dirigimos en el nombre de tus “Lagrimas y Sangre” maternas, escuche nuestras suplicas concediéndonos con las gracias que te pedimos la corona de la vida eterna. Amen.

Tus “Lagrimas y Sangre”, Oh Madre Dolorosa, destruyen el reino del infierno. Por tu Divina mansedumbre. Oh encadenado Jesús, guarda al mundo de los errores amenazantes. Amen.

Jaculatoria a la Rosa Mística

Oh Maria, Rosa Mística, Madre de la Iglesia, ruega por nosotros. Enséñanos a rezar, sufrir, expiar para la salvación de todo el mundo. Madre de Dios, ruega por nosotros.

Rosa Mística, Ruega a Jesús por nosotros (3 veces)

Expiación de los agravios a la Virgen Maria

Señor perdona: (se responde: Te rogamos escúchanos

  • Todas las blasfemias del Santo nombre de Maria.
  • El desprecio del misterio de la Inmaculada Concepción.
  • El enfrentamiento de la devoción a la Santísima Virgen.
  • El desprecio de las imágenes de la Santísima Virgen.
  • El desprecio del Santo Rosario.
  • Toda la indiferencia contra el amor materno de la Santísima Virgen.
  • Las calumnias en contra de la Virginidad de Maria Santísima.

 

A La Virgen de los Nudos

A La Virgen de los Nudos

María: La que desata los nudos

Oración para todos los días

Santa María, llena de la presencia de Dios, durante los días de tu vida aceptaste con toda humildad la Voluntad del Padre, y el maligno nunca fue capaz de enredarte con sus confusiones.

Ya junto a tu Hijo intercediste por nuestras dificultades y con toda sencillez y paciencia, nos diste ejemplo de como desenredar la madeja de nuestras vidas.

Y al quedarte para siempre como Madre nuestra, pones en orden y haces más claros los lazos que nos unen al Señor.

Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra, tú que con corazón materno desatas los nudos que entorpecen nuestra vida, te pedimos que nos recibas en tus manos y que nos libres de las ataduras y confusiones con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.

Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo, líbranos de todo mal, Señora Nuestra, y desata los nudos que impiden nos unamos a Dios, para que libres, de toda confusión y error, lo hallemos en todas las cosas, tengamos en él puestos nuestros corazones y podamos servirle siempre en nuestros hermanos. Amén.

Día 1º

Lectura Bíblica:

"...el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret, a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María. En Angel entró en su casa y la saludó diciendo: ¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo! (Lc 2, 26-28)

Reflexión:

Los cristianos explicamos la existencia del mal en el mundo hablando del pecado original. Es esta una verdad de fe que encontramos presentada en forma de historia en el capítulo 3 del Génesis. Allí se nos dice que nuestros primeros padres, desobedeciendo a Dios, perdieron el equilibrio original, se alejaron del Creador y se sometieron a las criaturas. Basados en esa verdad de fe podemos decir con Ireneo de Lión, Santo Obispo del siglo III, que "Eva, por su desobediencia, ató el nudo de la desgracia para el género humano: en cambio María, por su obediencia, lo desató", ya que la salvación nos viene por Jesucristo, Hijo de Dios e Hijo de María.

Oración:

María, mujer feliz, llena de la gracia divina, desata los nudos que nos mantienen sometidos al pecado y alejados de la gracia. Concédenos comprender que sólo en Dios está nuestra felicidad. Ayúdanos a aceptarnos tal como somos y haz que nos abramos a la gracia vivificante y transformante. Te lo pedimos a tí, la que desata los nudos, para que presentes a Dios nuestra oración.

Oración Final

Luego de un momento de profundo silencio, se dice con calma un Padre nuestro, tres Ave María, un Gloria al Padre y la Oración de Consagración a María: Señora y Madre mía, Virgen Santa, María, la que desata los nudos; a tus pies me encuentro para consagrarme a ti. Con filial afecto te ofrezco en este día cuanto soy y cuanto tengo: mis ojos, para mirarte; mis oídos para escucharte; mi voz, para cantar tus alabanzas; mi vida, para servirte; mi corazón para amarte. Acepta Madre mía el ofrecimiento que te hago y colócame junto a tu corazón inmaculado. Ya que soy todo tuyo, Madre de misericordia, la que desata los nudos que aprisionan nuestro pobre corazón, guárdame y protégeme como posesión tuya. No permitas que me deje seducir por el maligno, ni que mi corazón quede enredado en sus engaños. Enséñame a aceptar los límites de mi condición humana, sin olvidar que puedo superarme con la ayuda de la gracia y que agradezca siempre a Dios por mi existencia. Ilumíname para que no deseche al Creador por las criaturas, ni me aparte del camino que El pensó para mí. Amén.

Día 2º

Oración para todos los días

Lectura bíblica:

"María dijo al Angel: ¿Cómo puede ser esto, si yo no tengo relaciones con ningún hombre? El Angel le respondió: El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño que concebirás será Santo y será llamado Hijo de Dios". (Lc. 1, 34-35)

Reflexión:

Muchas veces los seres humanos no somos capaces de ver la realidad y nos dejamos engañar por las apariencias, cayendo en el desánimo o la desesperación. Eso no viene de Dios, sino del pecado. Jesús decía que el maligno "es mentiroso y padre de la mentira" y el apóstol Pedro recomendaba: "Sean sobrios y estén siempre alertas, porque su enemigo, el demonio, ronda como un león rugiente, buscando a quien devorar. Aunque las apariencias (la enfermedad, el dolor, la inseguridad social o laboral) pudieran hacernos pensar que Dios se ha olvidado de nosotros o nos tiene descuidados, la fe nos asegura que Dios es un Padre bueno que siempre nos ama y nos protege.

Oración:

María, mujer de fe, la vencedora del maligno, desata los nudos que nos mantienen enredados en las apariencias, y enséñanos a descubrir y a experimentar el amor de Dios, el Padre que cuida de las flores del campo y alimenta a los pájaros del cielo, el que hace salir el sol para buenos y malos, el que envía la lluvia sobre los campos de los justos y de los pecadores. Te lo pedimos a ti, la que desata los nudos, para que presentes a Dios nuestra oración.

Oración final

Día 3º

Oración para todos los días

Lectura bíblica:

El Angel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob y su reino no tendrá fin" (Lc 1, 30-33)

Reflexión:

Los cristianos creemos que tanto la vida natural, como la sobrenatural nos vienen gratuitamente de Dios. La existencia es, al mismo tiempo, un don, una gracia inmerecida y una tarea. Dios nos ha hecho humanos, pero necesita de nuestra cooperación libre para que nos desarrollemos como hombres. Muchas veces experimentamos dificultades en nuestro caminar, nos enredamos o caemos en faltas que nos detienen o paralizan. Otras veces nos desorientamos y no sabemos que camino seguir. Los santos, los ángeles y, de modo particular María, interceden por nosotros, como un hermano o una madre lo hacen por sus seres queridos. Ellos interceden y Dios, sólo Dios, nos concede su gracia.

Oración:

María, mujer paciente, poderosa intercesora y abogada nuestra, desata los nudos que nos detienen en el camino y no nos dejan avanzar; presenta a Dios nuestras inquietudes y limitaciones, y aliéntanos para que no desfallezcamos, ya que el Señor nos espera al final de la vida, y, aunque no lo veamos, camina a nuestro lado. Te lo pedimos a ti, la que desata los nudos, para que presentes a Dios nuestra oración.

Oración final

Día 4º

Oración para todos los días

Lectura bíblica:

"Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre (...) Al ver a su madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: "Mujer, aquí tienes a tu hijo". Luego dijo al discípulo: "Aquí tienes a tu madre". Y desde aquella hora, el discípulo la recibió en su casa." (Jn 19, 25-27)

Reflexión:

Los católicos siempre hemos entendido y experimentado que María es nuestra Madre. A ella acudimos con confianza de hijos y le rogamos de continuo que nos consiga del Señor las gracias que necesitamos. Tanto es el amor que por ella tenemos y tales son nuestras muestras de cariño que algunos hermanos de otras religiones nos acusan de haber hecho de María un ídolo y de darle el culto que sólo se debe dar a Dios. Tratando de evitar los excesos que puedan llevar a esta confusión, renovamos nuestro amor y nuestra confianza en aquella que cariñosamente llamamos nuestra Madre, la más tierna herencia que Jesús nos dejó, y nos dirigimos tomados de su mano a Dios, autor de todo bien.

Oración:

María, Madre de Jesús y Madre nuestra, desata los nudos que nos apartan del Padre Dios y muéstranos tu corazón compasivo y cariñoso de Madre.

Ordena nuestros afectos y nuestras pasiones, ya que el Señor nos creó a su imagen y semejanza y en su gran misericordia, quiso que fueras Madre de su Hijo y Madre nuestra. Te lo pedimos a ti, la que desata los nudos, para que presentes a Dios nuestra oración.

Oración final

Día 5º

Oración para todos los días

Lectura bíblica:

"El Angel dijo a María: También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes, porque no hay nada imposible para Dios. María dijo entonces: Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". (Lc. 1, 36-38)

Reflexión:

El hombre es un ser curioso al que no le llama la atención todo lo que no es común. Como nos hemos acostumbrado a que el sol salga todas las mañanas o a que no falte pan en nuestras mesas, esto ya no nos admira y dejamos de considerarlos "milagros". En realidad a nuestro alrededor se operan de continuo un sinnúmero de milagros; nuestra existencia, sin ir más lejos, es un maravilloso e inexplicable milagro. Muchas veces acudimos a Dios en busca de nuevos milagros, como si no fuera suficiente todo lo que ya hace por nosotros. Incluso hay quienes desearían torcer, a fuerza de oraciones y novenas, la voluntad divina. Dejemos a Dios ser Dios, confiemos en El y pidamos que se haga en nosotros su voluntad.

Oración:

María, mujer obediente y fiel, tú que nunca te apartaste de la voluntad divina, desata los nudos que nos enceguecen y no nos dejan ver que lo mejor que nos puede pasar es que en nosotros se cumpla la voluntad de Dios.

Concédenos siguiendo tu ejemplo, someternos confiadamente a los designios de Dios, y haz que las contrariedades de la vida no nos hagan desconfiar de su amor. Te lo pedimos a ti, la que desata los nudos, para que presentes a Dios nuestra oración.

Oración final

Día 6º

Oración para todos los días

Lectura bíblica:

"... se celebraron unas bodas en Cana de Galilea, y la madre de Jesús estaba allí. Jesús también fue invitado con sus discípulos. Y como faltaba vino, la Madre de Jesús le dijo: "No tienen vino". Jesús le respondió: "Mujer, ¿qué tenemos que ver nosotros? Mi hora no ha llegado todavía". Pero su Madre dijo a los sirvientes: Hagan todo lo que El les diga."

Reflexión:

La vida del hombre es una fiesta en la que a veces "se acaba el vino". Diversas circunstancias nos entristecen, nos perturban o llegan a hacernos perder las ganas de vivir. Es que, como dijo San Agustín de Hipona, el corazón del hombre está inquieto y no encuentra sosiego hasta que no descansa en Dios. Si nos detenemos de modo obsesivo en las contrariedades y perdemos de vista lo fugaz que es la vida, si le damos demasiada importancia a lo que sólo son cosas que pronto pasan, perdemos perspectiva y se agua la fiesta de nuestra vida. Pongamos en Dios nuestra mirada y pase lo que pase, no dejemos de agradecerle lo que somos y tenemos.

Oración:

María, virgen de la alegría y de la fiesta, desata los nudos que nos entristecen y no nos permiten disfrutar de la vida. Tú que con toda delicadeza presentaste al Señor las necesidades de los novios de Cana, y evitaste que se arruinara su fiesta, pídele a Jesús que cambie el agua de nuestros males en vino generoso para celebrar la vida en abundancia que Dios nos regaló. Te lo pedimos a ti, la que desata los nudos, para que presentes a Dios nuestra oración.

Oración final

Día 7º

Oración para todos los días

Lectura bíblica:

"María dijo: Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece de gozo en Dios, Mi Salvador, porque El miró con bondad la pequeñez de su servidora. En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho en mí grandes cosas: ¡su Nombre es santo!. Su misericordia se extiende de generación en generación sobre aquellos que le temen." (Lc. 1, 46-49)

Reflexión:

No siempre el ser humano se contenta con su condición limitada; hay quienes quisieran ser todopoderosos, inmortales, eternamente jóvenes... No es esto lo que Dios pensó para nosotros. Uno podría tener salud y no aprovecharla, o dinero y no conformarse, o amigos y no cuidarlos, o podría confundirse y equivocarse, queriendo ser lo que no es y tener lo que no tiene, descuidando al mismo tiempo lo que sí se tiene y lo que en realidad se es. El conocerse y aceptarse a sí mismo es una tarea que nos lleva toda la vida y que no siempre estamos dispuestos a enfrentar, porque preferimos la dispersión o le damos más valor a las apariencias que a la realidad. Hoy pedimos a Dios, por intercesión de María, que nos libre de toda fantasía o ilusión y que nos ayude a vivir con los pies en la tierra y la mirada en El, "que hace grandes cosas en los que le aman".

Oración:

María, mujer prudente, tú que meditabas en lo profundo de tu corazón, desata los nudos que nos someten a las apariencias, nos confunden y hacen caer en el error. Que sepamos descubrir que es lo que Dios pensó para nosotros, y nos contentemos con los límites de nuestra humana condición, no ambicionemos bienes pasajeros, ni perdamos de vista los verdaderos ideales. Te lo pedimos a ti, la que desata los nudos, para que presentes a Dios nuestra oración.

Oración final

Día 8º

Oración para todos los días

Lectura bíblica:

"Jesús regresó con sus padres a Nazaret y vivía sujeto a ellos. Su madre conservaba estas cosas en su corazón. Jesús iba creciendo en sabiduría, en estatura y en gracia delante de Dios y de los hombres." (Lc. 2 51-52)

Reflexión:

Algunos hombres por ir tras lo temporal pierden de vista lo eterno, ansiando las criaturas se olvidan del Creador y se enredan en una maraña de preocupaciones que los distraen de lo esencial y los entretienen con lo efímero. Hay que aprender a vivir como peregrinos, debemos tomar conciencia que la vida del hombre es un soplo y que muchas de las cosas que nos quitan el sueño son vanidades y puro viento. Quien experimenta la fragilidad de su vida suele ser menos rencoroso, limita sus ambiciones, se contenta con lo necesario, perdona con rapidez, olvida las injurias, no cae en el consumismo, aprende a ser generoso y encontrando a Dios en las pequeñas cosas, lo alaba y es feliz.

Oración:

María, sencilla virgen de Nazaret, desata los nudos que nos esclavizan a las criaturas, y nos apartan del Creador. Enséñanos a vivir con sencillez un día a la vez, ayúdanos a superar la sensación de miedo e inseguridad y a ser capaces de vivir de modo extraordinario las cosas cotidianas. Té lo pedemos a ti, la que desata los nudos, para que presentes a Dios nuestra oración.

Oración final

Día 9º

Oración para todos los días

Lectura bíblica:

"María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas ésta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en u seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: ¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor. (...) María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa." (Lc. 1, 39-45 56)

Reflexión:

Quien dice que ama a Dios a quien no ve y desprecia a su hermano a quien ve, es un necio y mentiroso. Quien cree que Dios vive solo en los templos se equivoca. Quien piensa que a Dios lo único que le importa son los rezos se engaña y no puede considerarse cristiano. Cuando María se enteró que su prima Isabel esperaba un hijo, se olvidó de su propio embarazo y salió corriendo para ayudarla. El árbol se le conoce por sus frutos y al cristiano se le conoce por su amor al prójimo y por su actitud de servicio. Cuando el verbo de Dios se hizo hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar la vida por los demás hombres. El mejor resultado de esta novena será una renovada conciencia de la necesidad de ponernos al servicio de nuestro prójimo y la capacidad de descubrir a Dios presente en él.

Oración:

María, dulce sierva de los siervos del Señor, desata los nudos que nos impiden servir a los hermanos y no nos dejan encontrar a Dios en los demás. Ayúdanos a imitar a tu Divino Hijo, quien, siendo Maestro y Señor, la noche antes de su pasión, quiso darnos muestras de su amor lavando los pies de sus discípulos. Te lo pedimos a ti, la que desata los nudos, para que presentes a Dios nuestra oración.

Oración final

Oración

Al Espiritu Santo

Al Espiritu Santo

EL ROSARIO DEL ESPIRITU SANTO

Te ofrecemos un valioso camino de oración. A través de el, María nos introduce a la escuela de ese “Maestro Discreto” que es Espíritu Santo.

El Rosario es una oración excelente, pero cada uno debe sentirse libre, atraído a rezarlo, en serena tranquilidad por su interior belleza.

La finalidad de esta practica “Mariana” orientada a honrar a la tercera persona de la Santísima Trinidad, es aprender a orar o a reaprender, si hubiésemos olvidado, para encontrarle sentido a la vida.

Al mismo tiempo da luz y fuerza para redescubrir a los “otros” y reconocerlos como hermanos en Jesús para construir juntos un mundo más fraterno.

ORACIÓN INICIAL

OH Espíritu Santo,

Amor del Padre y del Hijo,

inspírame siempre lo que debo pensar,

lo que debo decir, como debo decirlo,

lo que debo callar, lo que debo escribir,

lo que debo obrar, para procurar tu gloria,

el bien de las almas y mi propia santificación.

Espiritu Santo,

dame agudeza para entender

capacidad para retener,

método y facultad para aprender,

sutileza para interpretar,

gracia y eficacia para hablar.

Dame acierto al empezar

dirección al progresar

y perfección al acabar.

AMEN

Primer Misterio

La Encarnación de Jesús en el seno de María.

“El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra”

Lc 1,  35.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • Padre nuestro
  • Ave María

Opción 01 (Repetir siete veces)

  • R.  Ven Espíritu Santo Señor y dador de vida.
  • V.  Renueva los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu Amor.

Opción 2 (repetir siete veces)

  • R. Ven Espíritu Santo con el don de SABIDURÍA.
  • V. Ven Espíritu Santo.
  • Gloria.

Segundo Misterio

Bautismo de Jesús en el Jordán.

“Bautizado Jesús bajo sobre él, el Espíritu Santo en forma de paloma y se escucho una voz del cielo: Tú eres mi hijo, el Amado; tú eres mi Elegido”  Lc 3, 21-22.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • Padre nuestro
  • Ave María

Opción 01 (Repetir siete veces)

  • R.  Ven Espíritu Santo Señor y dador de vida.
  • V.  Renueva los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu Amor.

Opción 2 (repetir siete veces)

  • R. Ven Espíritu Santo con el don de ENTENDIMIENTO.
  • V. Ven Espíritu Santo.
  • Gloria.

Tercer Misterio

Jesús muere en la cruz.

“Inclinando la cabeza entrego el Espíritu”

Jn 19, 30.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • Padre nuestro
  • Ave María

Opción 01 (Repetir siete veces)

  • R.  Ven Espíritu Santo Señor y dador de vida.
  • V.  Renueva los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu Amor.

Opción 2 (repetir siete veces)

  • R. Ven Espíritu Santo con el don de CONSEJO.
  • V. Ven Espíritu Santo.
  • Gloria.

Cuarto Misterio

Jesús resucitado se aparece a sus discípulos.

“Soplo sobre ellos y dijo: Reciban el Espíritu Santo”  Jn 20, 22.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • Padre nuestro
  • Ave María

Opción 01 (Repetir siete veces)

  • R.  Ven Espíritu Santo Señor y dador de vida.
  • V.  Renueva los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu Amor.

Opción 2 (repetir siete veces)

  • R. Ven Espíritu Santo con el don de FORTALEZA.
  • V. Ven Espíritu Santo.
  • Gloria.
  • 

Quinto Misterio

La venida del Espíritu Santo sobre los apóstoles y María.

“El día de Pentecostés, estaban todos reunidos orando; quedaron llenos del Espíritu Santo y se pusieron a hablar en lenguas” He 2, 1-13.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • Padre nuestro
  • Ave María

Opción 01 (Repetir siete veces)

  • R.  Ven Espíritu Santo Señor y dador de vida.
  • V.  Renueva los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu Amor.

Opción 2 (repetir siete veces)

  • R. Ven Espíritu Santo con el don de CIENCIA.

V. Ven Espíritu Santo.

  • Gloria.

Sexto Misterio

El Espíritu Santo desciende por primera vez sobre los paganos.

“Si envías tu Espíritu son creados y así renuevas la faz de la tierra” Sal 104, 30.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • Padre nuestro
  • Ave María

Opción 01 (Repetir siete veces)

  • R.  Ven Espíritu Santo Señor y dador de vida.
  • V.  Renueva los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu Amor.

Opción 2 (repetir siete veces)

  • R. Ven Espíritu Santo con el don de PIEDAD.
  • V. Ven Espíritu Santo.
  • Gloria.

Séptimo Misterio

El Espíritu Santo es enviado a la Iglesia.

“Todos nosotros, ya seamos judíos o griegos hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un único cuerpo. Y a  todos se nos ha dado a beber del único Espíritu.

El cuerpo no se compone de un solo miembro, sino de muchos” 1 Cor 12, 13-14.

Ofrecimiento:

Suplica:

  • Padre nuestro
  • Ave María

Opción 01 (Repetir siete veces)

  • R.  Ven Espíritu Santo Señor y dador de vida.
  • V.  Renueva los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu Amor.

Opción 2 (repetir siete veces)

  • R. Ven Espíritu Santo con el don de TEMOR DE DIOS.
  • V. Ven Espíritu Santo.
  • Gloria.

Preces al Espíritu Santo

(En forma de letanía)

Señor, ten piedad de nosotros,

Cristo,

Señor,

Padre Omnipotente,

Jesús Hijo eterno del Padre y Redentor del mundo, Sálvanos.

Espíritu del Padre y del Hijo y amor infinito del Uno y del Otro, santifícanos.

Trinidad Santísima, Óyenos.

Espíritu Santo, que procedes del Padre y del Hijo. Ven a nosotros.

Promesa del Padre, Autor de todo bien,

Don de Dios Altísimo,                 

Unción espiritual,

Rayo de luz celeste,          

Caridad ardiente,

Fuente de agua viva,                  

Espíritu de sabiduría,

Fuego abrasador,             

Espíritu de consejo y de fuerza, 

Espíritu de ciencia y de piedad,

Espíritu consolador,

Espíritu de temor del Señor,        

Espíritu santificador,

Espíritu de gracia y de oración,   

Espíritu que gobierna la Iglesia,

Espíritu de paz y dulzura,

Espíritu que llenas el universo,

Espíritu de modestia y de inocencia,      

Espíritu de adopción de los hijos de Dios.

 

Espíritu Santo, imprime en nosotros el horror al pecado.Te rogamos óyenos.

 

Espíritu Santo, ven a renovar la faz de las tierra,

Espiritu Santo, derrama tus luces en nuestra inteligencia,

Espíritu Santo, graba tu ley en nuestros corazones,

Espíritu Santo, abrásanos en el fuego de tu amor,

Espíritu Santo, abre el tesoro de tus gracias,

Espíritu Santo, ilumínanos con tus inspiraciones celestiales,

Espíritu Santo, concédenos la única ciencia necesaria,

Espíritu Santo, inspíranos la práctica de las virtudes,

Espíritu Santo, haz que perseveremos en la justicia,

Espíritu Santo, sé Tu mismo nuestra recompensa.

Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo,

Derrama en nuestras almas los Dones del Espíritu Santo.

Cordero de Dios, que borras los pecados del mundo,

Infúndenos el Espíritu de Sabiduría y devoción.

Ven Espíritu Santo Señor y dador de vida.

Llena con tus dones los corazones de tus fieles.

Y enciende en ellos el fuego de tu amor.

OREMOS

OH Dios, que en el misterio de Pentecostés santificas a tu Iglesia en todos los pueblos y naciones, difunde los dones del Espíritu Santo hasta los confines de la tierra y continua hoy, en la comunidad de los creyentes, los prodigios que hiciste en los inicios de la predicación del Evangelio.

Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor. AMEN.

Acto de Donación

Espíritu Santo, Espíritu de Jesús y del Padre. Tú quieres habitar en mí, pobre pecador y transformarme en templo de tu gracia.

Ven Espíritu de la Comunión Divina, ven y llena todo mi ser.

Ven y úneme a Jesús crucificado y resucitado, para ser con El y con todos mis hermanos un solo Cuerpo, para ser con El, un hijo predilecto del Padre.

Acto de Consagración

Espíritu Santo, Tu te has dado sin medida humildemente me doy y me consagro a Ti. Hazme dócil a tu acción, porque Tú puedes realizar tu Misión en mí, en la Iglesia y en el mundo entero.

Te ruego con Maria y todos los Santos que en la hora que me reúna contigo a través de las manos del Padre, como Jesús para la eternidad.

Al Espíritu santo junto con María, le suplicamos:

“Lava lo que esta manchado. Riega lo que esta reseco, sana lo que esta enfermo, doblega lo que esta rígido, calienta lo que esta frío. Endereza lo que esta desviado, da a tus fieles tus siete dones

El Secreto de la Santidad

Te revelare un secreto de santidad y de felicidad. Si todos los días durante cinco minutos, mantienes tu imaginación sosegada, cierras tus ojos o todas las cosas del sentido, y cierras tus oídos al bullicio de la tierra, para poderte retirar al santuario de tu alma bautizada, que es el templo del Espíritu Santo, y ahí hablarle al Espíritu Santo diciéndoles:

OH, Espíritu Santo de mi alma te adoro.

Ilumíname, fortaléceme, guiame, confórtame, consuelame.

Dime lo que debo hacer y haz que cumpla Tu voluntad.

Prometo someterme a todo lo que Tu permitas que me suceda,

tan solo hazme ver Tu voluntad.

Si haces eso, tu vida será feliz y serena.

El consuelo abundara en medio de las angustias. Recibirás la gracia en proporción a la prueba, así como la fortaleza para soportarla, conduciéndote a las puertas del paraíso lleno de merito.

Esa sumisión al Espíritu Santo es el Secreto de la Santidad.

Oración Final

R. Ven Espíritu Santo Señor y dador de vida renueva los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.

Envía tu Espíritu y todo será creado.

V.  Y renovaras la faz de la tierra.

R.  Ven Espíritu Santo aumenta nuestra FE.

V.  Ven Espíritu Santo.

R. Ven Espíritu Santo aumenta nuestra ESPERANZA.

V.  Ven Espíritu Santo.

R. Ven Espíritu Santo aumenta nuestra  CARIDAD.

V.  Ven Espíritu Santo.

Oración Diaria

Santísimo Espíritu, Amado de mi alma,

Te adoro: Ilumíname, fortaléceme, guíame, confórtame, consuelame.

Prometo de corazón, someterme a todo lo que deseas para mí.

Y permite que se realicen tus deseo en mí.

Dame a conocer Tu voluntad, dime lo que debo hacer.

Santísimo Espíritu, derrama la paz en el mundo.  

                                 Moilzona02@yahoo.pe

 

A Nuestra Señora de la Esperanza

A Nuestra Señora de la Esperanza

La Macarena

Oración para todos los días

¡OH excelsa Madre de Dios y Esperanza de los mortales!

Sabedor de que habéis recibido la misión divina de guardar, guiar, alegrar y consolar a las almas, a Vos acudo con inquebrantable fe e ilimitada confianza.

Vuestro título de Madre de la Esperanza me alienta sobremanera; vuestro nombre ya es prenda de buena acogida; vuestra misión es seguridad de otorgamiento.

Seguro de que vuestros brazos se abren en todo momento con solicitud maternal, en ellos me arrojo. De Vos todo lo espero.

Aun cuando todo el mundo me abandone, aun cuando la ciencia me desahucie, aun cuando el Cielo oculte sus celajes, aun cuando Dios no oyera ya mis ruegos, aun cuando las tinieblas envolvieran mi alma, aun cuando todo el camino se me cerrara, y sin luz, sin calor, sin fuerza, sin aliento, sin sostén alguno ni humano ni divino, estuviera por hundirme en el abismo de la desesperación, a vuestro amparo me acojo.

Vos no me abandonaréis, OH Madre mía; Vos fuisteis, sois y seréis, después de Jesús, toda mi esperanza. En Vos confié y en Vos confío contra toda esperanza y seguro estoy que no quedaré confundido.

¡OH Madre buena y poderosa, OH Madre de la Esperanza! Mirad mi aflicción y necesidad, dadme consuelo, escuchad mi plegaria. Por Jesucristo tu Hijo, nuestro Señor. AMEN.

Día 1º

Esperanza de los que en Tí creen

Ella, Nuestra Señora de la Esperanza, es aquella de quien se ha dicho que es poderosa como ejército en orden de batalla.

Cuando Ella interviene, todo el poder del infierno se bate en retirada; Ella es la poderosa, pero es también aquella cuyo poder está siempre atareado en el amor; por eso, la elegimos misionera, entre nuestro corazón y Dios.

Ella es la Intercesora, por derecho legítimo. Sus poderosas credenciales las conquistó en el momento mismo de la Anunciación, y las fue acrecentando cada día, con su propio dolor.

Sobre la humanidad que cae y se levanta en un continuo recaer, hay dos manos tendidas, indefensas y humildes, pararrayos levísimos que detienen a Dios. Dos manos sin más arma que el plegarse sumisas en el gesto pujante de la oración; la gran palanca, definida como la omnipotencia del hombre, y la debilidad de Dios

¿Cómo es posible que la Trinidad Santa le niegue nunca audiencia, si es la que dijo el "fiat" que tenía suspenso a todo el limbo; la que prestó su cuerpo para el milagro trascendental y augusto de la Encarnación; si es la Corredentora, la colaboradora imprescindible de Dios?

Puede el Cristo volcar sobre la tierra todo el poder de su justicia, o toda la dulcedumbre de su amor, pero pasar sobre su Madre, pero dejarse crucificar de nuevo en la que le dio la sangre necesaria para la Redención, eso no lo hace Dios. También, el Purgatorio, esa cárcel de la misericordia, conoce la esperanza en su poder. ¡Baja a ella tan a menudo, es en ella tan familiar!

Pero el gran combate del amor lo libra la Señora de la Esperanza, cuando ve que se alza, justamente indignada, la diestra omnipotente de Dios. Entonces entra en batalla la Madre, toda la Madre; es decir la plenitud del amor, hasta que cede, desarmada y vencida por esta omnipotencia suplicante, la indignación de Dios. Ya en el milagro de Cana, confundida entre las mujeres judías, era la poderosa que adelantaba la hora, con su violencia al Divino Corazón.

¡Madre de mi Esperanza! Tú sabes sin que yo te lo diga por qué comienzo hoy esta novena. Tú sabes el proceso de incertidumbres y de angustias que la precedió; tú puedes ayudarme, tú quieres ayudarme, pero desde ya te suplico: si la gracia que pido ¡y tú sabes como la deseo! No ha de llevar al cielo un poco más de gloria, y a mi alma y las almas un poco más de bien, entonces calla, porque ciego, yo no sé lo que pido.

Hágase en mí, cada segundo, la voluntad de Dios.

Récese una Salve y la siguiente:

Oración Final

Escúchame otra vez, mi buena Madre: ¡Sabe Dios cuántas veces he de volver aún antes que parta! Soy, con tu beneplácito, un tenaz pedigüeño incorregible, un mendicante amado, que ni en el cielo te dará descanso.

Sólo, no puedo nada; me falta fortaleza, serenidad, paciencia; pero si estoy contigo, siento como que todo el cielo está conmigo.

¿Quién contra mí?: ¿demonio, mundo, carne?; ¿enfermedad, cansancio?; ¿tentación, aridez, la muerte misma? ¿Quién contra mí, si me siento apretado en el nudo materno de tu abrazo?

Esta vez, como siempre, con que Tú lo quisieras, al momento sería consolado; quiérelo, quiérelo Tú para que Dios lo quiera (Hágase aquí la petición con infinita confianza).

Ya regreso tranquilo, porque todo ha quedado en tus manos. Hasta muy pronto Madre, dentro de poco tornaré gozoso para mi acción de gracias. ¡Hasta muy pronto y hasta siempre, Virgen de la Esperanza!

INVOCACION

Tu ruego todo lo alcanza, María de gracia llena; Sé siempre nuestra esperanza, Virgen de la Macarena.

Día 2º

Esperanza de los que en Tí esperan

Oración de inicio

Nada, absolutamente nada en nuestra vida sucede por azar. Desde el alba al ocaso, todas las horas del día llevan la marca de la providencia amorosa de Dios. Aun cuando las circunstancias parecen ahogarnos traídas y llevadas por el remolino de una fuerza contradictoria y fatal, la mano de Dios invisible y certera, empuña el timón.

Para quien ama mucho, el frío, el calor, el fracaso, las caídas, los males aparentes, todo se cambia en amor. Cada aguijón es un acto de esperanza; cada prueba es una ocasión para tomar la revancha de sí mismo, por el amor.

Pero hay cuestas arriba en que aun las almas fortalecidas por el combate espiritual ya no pueden más, y sin embargo, ¡es necesario poder!

Cuándo los picos de ese alpinismo interior se hagan difíciles de escalar, ¡ah!, "podremos", Señora, si vamos siempre juntos, Tú y yo. Sé Dios quiere que arda en el crisol de las tentaciones, de las más rudas tentaciones, ¡sea! No temo nada, Madre de la Esperanza, porque eres buena y yo reposo en Tí.

Si Dios quiere que todas las fatigas sufridas por su gloria, porque esa era su voluntad, se vuelvan contra mí; si Dios permite que el fracaso persiga cada una de las iniciativas que El me ha inspirado, si después de haberme dado una vocación acumula sin fin los obstáculos para contrariarla, bendita sea siempre la voluntad de Dios. Espero someterme a ella, no con pasividad ni con inercia, sino con una aceptación voluntaria, que es la mejor actividad del amor.

Pero esto lo espero, ¡OH mí amada Señora! Porque eres buena y yo confío en Tí.

Me parece que veo a Jesús ocupado en pasar revista a las pruebas con que santifica a las almas, y, que le oigo exclamar: "Esta para N." ¡Jesús, eligiendo para mí!

Este mismo problema, esta dificultad, esta angustia ha sido amorosamente elegida por Jesús para mí.

Y me despido esta tarde con esta súplica: Madre mía, si alguna vez Dios permitiera que junto al dolor llegara a olvidarme de esto que ahora entiendo tan bien, ten la misericordia de decirme; más aún por tu bondad, espero que me digas: Hijito mío, recuérdalo; esto ha sido elegido por mi Jesús para tí, expresamente para tí.

Oración final

Día 3º

Esperanza de los que te aman

Oración de inicio

Virgen Sevillana, la de las saetas y las romerías; Virgen la más guapa, la llevada en andas bajo el sol ardiente de la vieja España que te reverencia, ¡Macarena mía!

Deja que te diga, que si muchos cantan tus gracias y glorias, sin saber cantarlas ¡yo también te quiero Madre de mi vida!

Y mientras te alaban los hijos amantes, un solo estribillo repito a porfía: suple las saetas que no sé labrarte; yo también té quiero, Esperanza mía.

Maja Dolorosa de mi corazón: como niño que soy, le pediré a Jesús que me haga santo, para poder amarte mejor. Gozo de amarte voluntariamente, con este libre albedrío que Dios me dio, gozo infinito de sentirme hijo, Madre de pecadores, pues soy tu pecador.

¡Ah! cada vez que pequé, renegué de este amor. Pero aunque mi pecado fuera el fruto de toda la malicia posible, aún entonces esperaría en Tí, porque a pesar de todo me amas, porque a pesar de todo te amo.

Cada vez que tropiece, volveré a comenzar; si mil veces cayera, Tú me levantarás, porque las madres no se cansan nunca de enseñar al pequeño a caminar.

Cuando fui aguas abajo, con las velas arriadas, con qué tristeza me mirabas; pero ya de regreso, por la gracia de Dios, con los mástiles nuevos y con el rostro al sol, he llegado a tu puerto, Marinera celeste, y hundí todas mis anclas en el mar dulce de tu corazón.

Pueden los remolinos hacer girar mi barco, pueden los malos vientos azotarle los flancos, pueden hinchar las velas y hacer crecer sus combas, pero no podrán nunca desatar las amarras, porque han sido anudadas por el amor.

Los que aprendimos a invocarte, descansamos serenos a pesar de la rabia del enemigo (el único en el cielo y en la tierra que queda fuera de tu corazón).

¡Si hasta los que se obstinan en no amarte viven siempre al amparo de tu protección!

Si la muerte llegara como un castigo de Dios, en el momento espantoso del pecado, con la certidumbre casi de la condenación, como siempre y más que nunca esperaría en Tí, porque a pesar de todo me amas, ¡porque a pesar de todo, te amo!

Oración final

Día 4º

Esperanza de los que desesperan

Oración de inicio

Ya no te llamamos hoy solamente esperanza de los que creen en Tí, de los que esperan en Tí, de los que te aman, sino esperanza soberana de los que ya no tienen esperanza.

En la hora de la crucifixión que llega siempre para las almas, puesto que es la misericordia de Dios que las estrecha, cuando nuestra humanidad parecía quebrarse interiormente, cuando sentimos, ¡OH dichosa participación de la agonía de Cristo! Que estábamos suspendidos entre el cielo y la tierra, cuando esperar todavía parecía una locura, el grito dolorido de nuestra esperanza te tocó el corazón.

¡Si supieran todos los que desesperan, que fácil es tocarte el corazón! ¡Si supieran los hombres que fácil te es a Tí consolar, precisamente porque nadie consuela mejor que aquel que padeció!

¿Es que acaso, al corazón de la Madre no le concede Dios intuiciones misteriosas e inefables, para comprender y consolar, por distintos que sean, a cada hijo de su amor?

¡Si tu moreno rostro doloroso y tus ojos cargados con toda la tristeza de la tierra, con todo el sufrimiento de una vida de excepcional martirio, son la mejor garantía de consolación!

Almas desesperadas, "Sursum Corda", ¡arriba, bien arriba el corazón!

Digamos que la cruz nos pesa mucho, que los clavos parece que se ensanchan por fuerza del dolor, que los miembros ya ceden y se insinúa en el pecho una espantosa sombra de rebelión. Ella lo sabe todo; si la cruz pesa mucho, es que el cuerpo reacio no se adapta al madero del dolor; si la herida se agranda, es que se forcejea; y si la voluntad se insubordina, es que comienza a fallar el amor.

Con manos maternales nos acomodará sobre el madero, buscando siempre la postura mejor, y nos dará, no la impasibilidad que es ausencia de todo sufrimiento, sino la santa aceptación.

Y quizá... ¿por qué no? Si amamos mucho a Dios, quizá de Ella nos venga, no el aceptar la cruz, sino el vivir abrazados a la cruz, el dichoso delirio de la cruz, la divina locura de la cruz.

Madre dolorosa, que viviste totalmente inmolada por el amor, ofrece tus dolores y los dolores de Cristo, más que tuyos, por los que sufren desesperación.

¡Madre de mi dolor y mi esperanza, ofrécelos a Dios!

Oración final

Día 5º

Esperanza de los pecadores

Oración de inicio

"Solo se pierde el que quiere, y lo quiere obstinadamente, a despecho de las repetidas y amorosas tentativas de mi gracia, para conducirlo al bien". "Aun cuando un alma estuviera cubierta por todos los pecados que se puedan cometer por las personas que han existido, que existen y que existirán hasta el fin del mundo, si esa alma se arrepiente y que mi sangre la purifique, no queda más en aquella alma, ni siquiera la más pequeña mancha, porque mi gracia obra siempre, cuando encuentra en el alma las debidas disposiciones".

Medita, pecador: habla Jesús: ¡Ah! ¡Si supieras lo que ha dicho El de ti, esto es, de las almas que le han herido mucho, serías feliz, demasiado feliz!

¿Sabes que cuando un alma desanda el camino que la alejaba de Dios, el corazón de Cristo no puede contenerse y le sale al encuentro? ¿Sabes que los pecados tuyos, tus impurezas, tus blasfemias... y baja por la escala del horror y del pecado hasta donde quieras... todos, todos han regresado ya a la nada?

En la obra maravillosa de la creación, sólo el pecado, recuérdalo, sólo el pecado perdonado en el Sacramento de la Penitencia, vuelve al no ser. Escucha a Jesús: "Si supieras lo que yo haría en un alma, aun llena de miserias, con tal que se abandonara a mi amor...El amor no tiene necesidad de nada... sólo necesita no encontrar resistencia. Con cuánta frecuencia lo que Yo busco en un alma, para hacer de ella una santa, es que no me resista...".

Si pecaste, hiciste lo más triste que pudieras haber hecho; te sucedió la única desgracia que merece ser llamada tal: disgustar a un Padre que te da cada segundo, el aire que necesitas para vivir; aún más, que te da en el orden físico y espiritual, los infinitos dones que supone un sólo día de vida. ¡Y cuántos días has vivido ya!

Pero no te atormentes; eso tampoco lo quiere Dios. Si así fuera, de nada te valdría vivir inundado por su misericordia.

Un acto de contrición perfecta, un acto de confianza ilimitada, y arrójate con los ojos cerrados, en los brazos de Dios. Le robarás el corazón. ¡Qué feliz eres pecador!

Y sí, por un imposible, pudieras aún dudar de su misericordia, no pierdas tiempo: corre al momento a María, y después de este encuentro tendrás que exclamar, aplastado por la prueba de la misericordia infinita: Me venciste, Señor!

Así te quiere Dios. Vencido por el amor, por la confianza, por el abandono, por la convicción profunda de tu indignidad.

Así, anonadado y pequeño, sube al regazo de la Madre y reposa de las grandes fatigas del pecado, en santa paz. No temas, no dudes. Ella no te va a fallar.

Ella desde hace veinte siglos, se declaró y siempre se demostró, Madre bondadosa de los pecadores. Y la madre nunca abandona al hijo, nunca deja su obra a medio hacer. Ella aplasta la cabeza de la serpiente, deshace todos los sofismas, vence todas las dificultades, allana todos los obstáculos, vigoriza el corazón, infunde aliento y valor. Sólo abandónate, confíate plenamente en Ella, cual niño en el regazo de la madre y serás salvo...

Oración final

Día 6º

Esperanza de los enfermos

Oración de inicio

Somos nosotros, Madre, testigos de curaciones que no olvidaremos nunca, y que quisiéramos publicar para tu gloria, para que todos supieran que, cuando nuestro hogar pasó por la hora decisiva y angustiosa de Getsemaní, cuando alguno de los que amamos en el alma cayó vencido por la enfermedad, traspasando todas las tinieblas con nuestra fe ¡OH don de Dios! Te llamamos y te volvimos a llamar, con insistencia porfiada cada día.

A veces tardas porque pruebas. Dejas que se vayan sumando los imposibles, y cuando ya toda esperanza humana ha desaparecido, cuando queda sólo Dios, y en Dios seguimos esperando a pesar de todo, entonces obras: es el momento propicio. Pero tiene que alentar en el alma ¡OH lo sabemos! Un abandono perfecto en su misericordia, una confianza absoluta, total y heroica. La confianza vence a Dios. Los ángeles presencia reverentes y absortos el sufrimiento de un cuerpo que se inmola como hostia viva, sintiendo el mismo martirio de Cristo: Sed de almas. Desde la cruz, El enseñó a sus predilectos el arte de sufrir con alegría, porque son ellos los que pueblan el cielo.

Cuando la esperanza, no la triste esperanza de la tierra que no puede consolar porque no tiene raíces sobrenaturales, sino la esperanza robusta y luminosa en Dios, ha conquistado el señorío del corazón, el lecho del enfermo es una cátedra sagrada, desde donde el Cristo sigue enseñando a los hombres, las más desconocidas lecciones del Amor.

La dulzura, la serenidad, el silencio, en medio de los tormentos del cuerpo, son las victorias de una voluntad acerada en la escuela del padecer.

El mejor don y más valioso, es el ejemplo de padecer cristianamente. De este legado se acuerda la familia por varias generaciones.

Muchas veces, Madre de la Esperanza, no tornas la salud a los que amamos, porque nosotros, miopes para escudriñar los planes de Dios, no sabemos pedir, pero eres entonces más que nunca, Nuestra Señora de la Esperanza.

Quien haya visto agonizar invocando a María, conocerá la emoción de un espectáculo que irradia una paz que traspasando el umbral de las cosas naturales, toca ya los umbrales del cielo.

¡Hombres carnales que no creéis en la inmortalidad del alma, venid... y arrodillaos!

¡Nuestra Señora de la Esperanza!: nos ponemos totalmente en tus manos para cuando llegue la enfermedad; danos fortaleza para santificarla, y cuando Dios lo quiera, dulcifica nuestra despedida y ejemplariza nuestra muerte. Así sea

Oración final

Día 7º

Esperanza de los abandonados

Oración de inicio

No, abandonados no, mis pobrecitos. Tan sólo el enemigo puede haber sugerido a vuestro corazón, creado para la esperanza, para la luz, para el amor, semejante amargura. El es el que me odia, y debo defenderos de su sombra y de vosotros mismos. Mi dulzura y su odio, pelearán frente a frente, y agotaré los dones recibidos: es un ladrón maldito, es tristemente poderoso y vosotros sois míos.

Ahuecaré mis manos que han conservado el roce milagroso de nuestro Jesús niño, esponjaré el regazo, iré a buscaros si os habéis escondido, y mi canción de cuna os llegará dulcísima, y así sobre mis brazos, tiernamente obligados, os quedaréis dormidos.

¡Sois niños grandes, pequeños niños míos!

¿Quién podrá disputarme el derecho a acunaros, si desde la Anunciación, desde la Eucaristía, desde el Calvario, os llevo en mis entrañas?

Para adquirir este derecho fui Madre de la Víctima. Tenía yo un hijo; meditad, mis pequeños que os apegáis a las criaturas. Era esbelto y gallardo; cuando yo lo veía pasar por los caminos de Judea con su andar soberano, era tan bello el Hijo, que en el gozo infinito de la maternidad, el corazón se me partía.

A cambio de El, Dios puso entre mis brazos, una legión de hijos carcomidos de lepras y vicios. Para poder estar siempre con ellos, abandoné a mi Jesús.

Sin su Madre penetró en el Huerto de los Olivos. ¡Cómo hubiera yo corrido, sobre hielos, sobre llamas, sobre espinas, para abrazar a Aquel que habría de enamorar al mundo, hasta el fin de los siglos. Por haberme prometido acompañaros, no pude.

El beso que yo hubiera dado a mi Jesús sufriente, tal vez hubiera aniquilado totalmente sus fuerzas. Si El me hubiera mirado con aquellos sus ojos indecibles, más ardiente que Pedro, sin poder contenerme, quizá lo hubiera desarmado con mi abrazo. ¿Y vuestra redención?, ¡ah, pobrecitos!, No se habría realizado.

Sin su Madre, porque era necesario dejarlo solo, entró en plena agonía. ¡Como hubiera volado: comprendedme, madres de la tierra. Era mi hijo! Sin mí, que tuve para El todas las intuiciones del amor, y sabía hasta donde era sensible su delicado corazón, pasó toda la noche del Jueves Santo; mi martirio fue inenarrable y divino.

Esa noche sufrió el desprendimiento total, el desgarramiento infinito, y yo lo sabía, pero me sentía presa en una cárcel sin rejas. Lo que vino después...fue algo tan espantoso que es imposible de narrar. Os di mi hijo, y os di mi Dios; ¿puedo daros aún algo más? ¿Verdad que nunca me diréis que estáis abandonados?

Enfermos, doloridos, acongojados, sí, mis pobrecitos, pero no abandonados.

¿Verdad que nunca más?

Oración final

Día 8º

Esperanza de los que sufren

Oración de inicio

Hijo mío, si sufres, llámame; yo soy la Señora de la Esperanza.

Bien sé que tú estarías pronto a sufrir mil pruebas aún más dolorosas a cambio de ésta; pero Dios no quiere aquellas mil, sino sólo una, pero ha de ser precisamente ésta y no otra.

Tú serías capaz de inmolar lo mejor de tí mismo porque eres muy generoso; pero Dios es capaz, "muy capaz" de no aceptar tu inmolación, exigiéndote en cambio, el pequeño vencimiento de tu carácter, paciencia a veces heroica para sufrir los defectos del prójimo, serenidad en el fracaso de tus sueños queridos.

Momento llegará, si no ha llegado ya, en que te sientas sordamente cansado de sufrir. ¡Cuidado, hijo del alma que el enemigo ronda, y muy cerca está ya! El que puede evitarte esta prueba y no te la evita, está obligado a sostenerte; un pequeño esfuerzo más, y quizá vencerás. No permanezcas nunca solo, porque eso es peligroso, ven a mis brazos ¡y verás si vencemos!

Sobre todo, no murmures jamás interiormente de Dios; piensa y cree que El te ama inmensamente más de lo que le amas tú; por eso, aunque no lo comprendas, te fortifica y te acrisola. El cielo has de conquistártelo tú, hora tras hora.

Si las cosas te salieran demasiado bien, si fueras mimado por Dios, entonces, sí, deberías sospechar y temer que todo fuera abandono y castigo. Hijo mío: la lógica del amor parece contradictoria, ero si eres fiel, El te llevará de claridad en claridad y llegarás a comprenderlo todo, con facilidad habitual.

Yo siendo Madre de Dios, aprendí en el destierro, como tú, la ciencia del dolor: por eso me llamáis ahora vuestra Señora de la Esperanza.

Es necesario que eduques tu voluntad. Sé valiente; comienza por soportar virilmente las contrariedades de cada día, aunque nada tengan que ver con el dolor dominante de tu vida. Si soportas voluntariamente los pequeños aguijones que te hieren, irás realizando lenta pero seguramente tu propia inmunización.

Aprenderás a conocer el valor sobrenatural del dolor, y ahí está todo el secreto.

Cada dolor será en tu vida ala o cadena, lo que tú elijas, hijo mío. Y cuando haya pasado, si lo aceptaste amorosamente, con el pleno consentimiento de tu voluntad, serás un héroe, si lo sufriste forcejeando, un esclavo vulgar.

No te detengas en la medianía; en el camino de la perfección, ese puede ser un pasaje, pero nunca será el clima de los héroes y los santos.

Y por fin... llámame; te izaré en mis brazos y todo el tiempo de la prueba te llevaré, para que no te venzan, levantado en alto.

Oración final

Día 9º

Esperanza de los que luchan

Oración de inicio

Oye, Señora: la cristiandad te aclama Capitana invencible de la esperanza. La voz de Cristo, bajando de la cruz, ratificó, en la grandiosidad de su agonía, el título de gloria: Reina de los Apóstoles.

Capitana aguerrida de los que emprenden con santa audacia el camino de la perfección, y luchan denodados contra el desaliento, el carácter, la aridez, la fragilidad, la tentación, el atractivo de las criaturas, el aparente abandono de Dios.

En tu poder están los planos de cada batalla espiritual y de cada ofensiva del enemigo. Tú posees el secreto de la técnica de la victoria, conoces todas las estrategias infalibles... y las derrochas, por una suerte de alumbramiento espiritual, que te costó la vida de Jesús.

Angelical y transparente, eres la conductora de la juventud, que brega empecinada en los ocultos combates de la castidad; esta juventud nueva que es la esperanza de la Iglesia, dulcísimo consuelo de los que plasman almas, porque ella encarna el sueño de Jesús.

Capitana y bandera del ejército laico, que sólo puede ser vencido cuando se deje vencer por el pecado, semillita de luz, dispuesto está a cubrirte con su cuerpo cada soldado. Clarín irresistible, cuyo toque pone luz en las almas, fuego en el corazón, clarín de los apóstoles que luchando y cantando, aunque el barro les salpique los miembros, van confesando a Dios.

Conquistadora y Reconquistadora que pasas por la historia de la Iglesia, como una bendición, iluminando errores, disipando herejías y formando los héroes como Domingo de Guzmán. Pero en todas las luchas, no sólo en las heroicas, en las vulgares contradicciones diarias de cada hogar, eres, la Consejera, la Pacificadora, la Madre llena de dulzura sin par. ¡Vámonos, ya Señora: levantemos la tienda, que la mies nos espera y son legión las almas; caminemos deprisa, vamos a conquistar la tierra para Cristo!

¡A tu poder confiamos la victoria de esta doble conquista que ha traspasado nuestro corazón: para nosotros, la santidad, el cielo; y el mundo para Dios!...

Oración final

 

A La Medalla Milagrosa

A La Medalla Milagrosa

ORACION PARA TODOS LOS DIAS

Benignísima Madre de Misericordia Hija de Dios Padre, Madre de Dios, Esposa del Espíritu Santo, Noble descanso de todos. Vos sois en las cosas dudosas nuestra luz; en las tristes das consuelo; en las angustias alivio; y en los peligros y tentaciones fiel socorro. Sois paraíso de gracia y espirituales dones. Bienaventurados los que de veras os aman y sirven, y los que por santidad de vida se hacen siervos y devotos nuestros, a vuestra piedad pues, recurro, Reina y Señora mía para que me enseñéis, gobernéis y defendáis en todas las horas y momentos de mi vida suplicándoos humildemente ahora me alcancéis de la Majestad Divina la gracia que al presente os pido, si conviniere para bien de mi alma y si no conviene, vos, como abogada mía, dirigid mi voluntad sólo a lo que se honra y gloria de Dios y salvación de mi alma. Amén

Oración para obtener un favor

Inmaculada Madre de Dios y madre mía, que al entregamos tu Medalla, te has mostrado dispensadora de todas las gracias del cielo. Reconozco mi indignidad para merecer tu protección; pero miro tu imagen con los brazos abiertos y recurro a ti para que me concedas la gracia que te pido.

(Aquí se pide la gracia y se reza tres veces la oración jaculatoria: “OH María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a ti”).

Oración de acción de gracias

Virgen Milagrosa, mírame delante de ti, lleno de alegría, para darte las gracias por el favor que me has concedido. He reconocido por experiencia que siempre escuchas las peticiones que te hacemos y que tu Medalla es prenda de protección y de paz. Continúa, Virgen Milagrosa, otorgándonos favores y acercándonos cada día más al Señor.

“OH María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrios a ti”.

NOVENA TRADICIONAL

Oración preparatoria para todos lo días

Santísima Virgen María, mira con ojos misericordiosos a cuantos recurren a ti, llenos de confianza y de amor para implorar tu protección. Derrama sobre nosotros las bendiciones que has prometido a cuantos lleven tu Medalla. Te amamos de corazón y tenemos la certeza de que atenderás nuestras súplicas. Amén.

Oración final para todos los días

OH Virgen Inmaculada de la Medalla Milagrosa, disipa con un rayo de tus manos nuestras tinieblas interiores; ayúdanos a andar nuestro camino espiritual. Haz que tu Medalla sea escudo invulnerable para nuestros cuerpos y para nuestras almas y que nos ayude a vivir la vida de la gracia. Amén.

Día Primero

La Medalla, libro abierto

La Virgen María ha querido que su Medalla sea como un libro abierto lleno de enseñanzas para nosotros. En ella aparece su triunfo sobre el diablo y el pecado, simbolizados por la serpiente pisada por los pies de la Madre de Dios y protectora del mundo.

(Se pide la gracia que se desea. Se rezan tres Avemarías con la Jaculatoria de la Medalla para cada una. Así todos los días después de la lectura. Y se termina con la Oración final de arriba).

Día Segundo

La Medalla y la súplica de María.

Por las manos bondadosas de María suben nuestras plegarias a Dios; y por esas mismas manos descienden a nosotros los favores concedidos. La Virgen se apareció a santa Catalina intercediendo por nosotros y luego distribuyendo las gracias que llenaban sus manos y sus dedos.

Día Tercero

La Medalla poderosa

María es la bendita entre todas las mujeres porque el Poderoso ha hecho cosas grandes en ella. En la Medalla las doce estrellas del reverso colocadas en círculo indican el poder de María en el cielo y en la tierra.

Su oración ante el Hijo es poderosísima.

Día Cuarto

La Medalla y el dolor de María

La Medalla lleva grabados en el reverso los símbolos del sufrimiento de Jesús y de María en favor nuestro.

Por eso aparece el corazón de María atravesado por una espada junto al corazón de Jesús coronado de espinas. Además la letra M que significa María, sostiene la cruz que significa Jesús. Es que la Virgen María participó en los dolores de Jesús en favor nuestro.

Día Quinto

La Medalla camino hacia Cristo

María vivió 30 años con Jesús en el silencio de Nazaret ofreciendo todos los cuidados de madre a su hijo. Ahora, por medio de la Medalla, ha querido enseñamos el camino para llegar a él: amar ala Virgen, obedecerla, invocarla y meditar lo que significa que la Cruz esté apoyada en la letra M.

Día Sexto

La Medalla y nuestra oración

La vida de María fue una continua oración. Oración de meditación en Belén, oración silenciosa en el Calvario, oración de petición en Cana, oración de adoración en la Encarnación. En la Medalla ha querido aparecer como intercesora con la Jaculatoria: OH María.., ruega por nosotros que recurrimos a ti.

Día Séptimo

La Medalla y los favores de María

La Virgen misma nos ha dicho: cuantos lleven esta Medalla, recibirán favores grandes. Y el pueblo le ha puesto el nombre de Milagrosa precisamente por los favores que la Virgen nos concede a través de su Medalla. Y mostró que se manifiesta gozosa cuando le pedimos favores grandes. Ella se siente feliz al poder responder a nuestras peticiones.

Día Octavo

La Medalla representa a la Madre

Son muchos los símbolos y los significados de la Medalla en el anverso y en el reverso de la misma. Pero sobresale por todos ellos su figura de Madre, con sus ojos vueltos a nosotros, con su cara descubierta y con sus manos extendidas para que no caigamos al caminar y para ayudamos con las gracias de sus rayos en las dificultades.

Día Noveno

La Medalla triunfo de María

Las Medallas Milagrosas se propagan por todas partes. Santa Catalina dijo con palabras proféticas: María es la Reina del Universo, será llevada en triunfo. Dará la vuelta al mundo. Cuando los tiempos se vuelven amenazadores por las malas costumbres de los hombres... la Milagrosa aparece como un faro de esperanza y como remedio a nuestros males. Ella triunfará.